21 de septiembre de 2015
And as you move on, remember me.
Es inconsolable saber que tengo que despedirme de vos porque te vas de esta vida, sin darle ninguna explicación a nadie.
Me voy a preguntar toda mi vida qué es lo que te llevó a esto, por qué vos, por qué así.
Crecimos y aprendimos muchas cosas juntos, pasamos por muchos momentos, por muchos estados y jamás me imaginé que podía pasar algo de esto por tu cabeza, ahora me invaden miles de preguntas que ya no tienen respuesta, ¿por qué? ¿hace cuanto venias asi? ¿fue un impulso? ¿qué fue tan insoportable? ¿con qué no podías vivir más?
Es tan triste Manu, no puedo creerlo todavía. Confio en que esto no va a leerlo nadie, ya los blogs no se usan como antes, y esto es como un rezo, de mi hacia vos. Tambien por respeto a Joa, que quizá no va a llegar a entender nunca este dolor, y le duele ver estas cosas. No es fácil entender el cariño que dejaste en los demás si realmente no te conocen. No es fácil entender lo importante que fuimos mutuamente. Pero esto es algo que necesito, hablarte como si estuvieras del otro lado del teléfono.
La última vez que hablamos a principios del 2014 me deja ahora un sabor amargo. Volvimos a vernos y nos dimos cuenta que ya no existía esa misma química entre nosotros y terminamos hablando de la vida durante 2 horas enteras y aburridas, ya no éramos los mismos de antes y no nos divertían las mismas cosas ni teníamos ya muchas cosas en común, terminamos hablando de la vida de la gente que conocíamos ambos. Pero Me dijiste también muchas cosas duras que en este momento me taladran la cabeza. Al menos espero que te hayas ido con una partesita mía adentro de tu corazón y no con rencor, porque te aseguro que me dejas con una partesita tuya muy linda adentro del mío.
Desde ese día no supe más nada de vos más que lo que me contaba mi hermana o alguna que otra cosa que chusmee de tu instagram. Me puso muy contenta el enterarme que habías podido volver a entablar una relación, que estabas volviendo a ser feliz de esa forma, simplemente porque te lo merecías, y lo dije siempre. Incluso cuando hablamos te respondí que no seas boludo, que tenias que volver a creer, que había sido solo una mala experiencia.
Ya no era el amor el que me unía a vos, ese amor tan lindo que siempre voy a insistir que tuvimos a pesar de todo; me unía a vos todo lo que dejó lo que vivimos, los recuerdos. Porque uno no es sin los recuerdos, y yo no soy sin vos, porque con vos se van grandes momentos de mi historia. Mi primera vez, mi primer amor, las películas en mi casa cuando yo estaba enferma que pasaba muy seguido, pelearnos, hablarnos y confiarnos como amigos, divertirnos con la primer cosa que encontrábamos, filmando vídeos, jugando con gelatinas en el colegio, inventando cosas, jugando a la play. Vivi con vos lo lindo de que te vengan a buscar a la puerta de tu casa para entrar juntos al colegio, que Bianchi nos amoneste por estar juntos en el recreo solo para molestarte a vos que volvias a todos locos!, lo lindo de que te regalen un peluche de tu altura que casi te mato cuando me entere que te habías endeudado con medio mundo para poder comprarlo, y si me pongo a pensar surgen mil recuerdos más que hoy recuerdo con ternura, vivimos lo lindo de ese tipico primer amor y encima de colegio. Fuiste más que un novio para mi, fuiste mi amigo. Ya de por si nuestra relacion empezó como amigos, me acuerdo del día que creo que Lucas te había apostado que no te animabas a venir en el recreo de la nada y chuparme la cara (no había tanta confianza todavía), lo hiciste y me enojé muchisimo por hacerme pasar vergüenza adelante de todo el colegio y a la tarde cuando estaba viendo Casi Ángeles me llamaste por teléfono para pedirme perdón. No se puede explicar cómo fuiste, qué placer haberme cruzado en tu camino.
Nada de lo que pasó entre nosotros, ni siquiera el tiempo, hizo que yo deje de ver la excelente persona que se escondía atrás del chico fuerte, frío, soberbio, agrandado. Acá todos nos acordamos de vos, todos te queremos mucho, mis papás, mi tía, los del negocio, y ninguno de nosotros puede creer y tratamos de entender que pasó por tu cabeza en ese momento.
Eras la alegría, sea donde sea que estabas. Siempre queriendo hacer reír. Esto es algo que todavía no puedo creer. No podía creer estar viéndote ahí, quieto, tocarte y que no abras los ojos. No lo puedo creer todavía, se me paraliza el corazón, el cuerpo. Es tan horrible despedirse de una persona cercana, pero esto tiene un plus, que es que te llevas parte de mi adolescencia con vos. Abracé a tu mamá con todas mis fuerzas, pidiéndole perdón en ese abrazo que yo se que lo entendió porque me lo devolvió aún con más fuerza, diciéndole que yo quería estar ahí y que iba a estar acá disponible para cualquier momento que lo necesiten. Abracé a Mati, que en su momento era un nene con el cual no pude compartir mucho y hoy es un hombre que le puso el pecho como nadie y estaba ahí dandome palabras de aliento a mi, a los demás. Me abrazó de una forma que me sorprendió y hasta me hizo marear, no sabia que iba a recibir tanto cariño de ellos dos. Él está igual a vos cuando tenias esa edad. Lo miraba y no lo creía, te veía a vos. No eras el que yacía ahí, eras el que estaba parado con la gente. No formabamos parte de nuestras vidas ya, pero no creí que tuviera que despedirme de vos de esta forma y tan pronto, no era así como tenía que ser. Todo me parece mentira.
Lo único que deseo es que si esto realmente es lo que necesitabas y querías, hayas podido encontrar la paz que buscabas. Que puedas descansar en paz y seas feliz allá arriba, acá o donde sea que estés. Que tu familia pueda encontrar las fuerzas para salir adelante, para seguir con esto.
No voy a negar que siento que fuiste egoísta dejando tanta gente atrás sin consuelo y sin explicaciones, pero te guardo todo el cariño que se le puede tener a una persona como vos que pasa por la vida de alguien, ese cariño que no se olvida. Vas a estar siempre vivo en los corazones de todos, de eso estoy segura. No creo que me quede mucho por decirte, esta es mi despedida más íntima.
Como me dijo Daiana, hay que respetar tu decisión para que puedas irte en paz.
Te dejo ir, Emma. Si siempre me gustó tu nombre, así con doble M, hoy me parece celestial.
23/06/1992 - 19/09/2015
